Adolescentes

Aunque ya sepan leer, para los adolescentes puede ser una experiencia muy rica escuchar a un adulto leer o compartir una lectura. Esto les permite:

  • aprender sobre las palabras y el lenguaje,
  • desarrollar sus capacidad de escucha,
  • ampliar su vocabulario,
  • relacionar escenarios, personajes y tramas con sus propias experiencias,
  • aprender sobre diferentes temas,
  • reflexionar sobre comportamientos y costumbres,
  • mejorar sus propias habilidades como lectores,
  • sentirse motivados para leer descubrir qué autores y qué estilos les gustan.

Sugerencias para seleccionar material de lectura

Si los chicos están interesados en noticias y temas de actualidad, léales editoriales y artículos de diarios y revista.

Los adolescentes están en la etapa de definir lo que los hace únicos como individuos y están aprendiendo a encontrar su lugar en el mundo. Propóngales compartir novelas con personajes que vivan el reto de crecer.

Los adolescentes cuestionan la autoridad de los mayores. Compartan cuentos y novelas con estas temáticas.

Los adolescentes están luchando por ser independientes, pero al mismo tiempo disfrutan del contacto con su familia. Léales sus propios libros favoritos y otros libros que ellos mismos elijan.

Los adolescentes están aprendiendo gradualmente a pensar de manera abstracta y a comprender y respetar puntos de vista diferentes a los suyos. Compartan libros que los ayuden a ver el mundo mucho más allá de sus experiencias diarias.

Compartan materiales con información sobre carreras, cursos y proyectos para el futuro.

Sugerencias para la lectura en voz alta

Adecue los momentos y horarios para la lectura. Puede proponerles espontáneamente leer juntos: “Acabo de leer lo que dijo x persona sobre el partido de fútbol de anoche. ¿Puedo leértelo?”

No los obligue a expresar sus puntos de vista sobre lo leído, si no lo desean. A esta edad es perfectamente normal que quieran mantener en privacidad algunas cosas.

Varíe el menú de lectura y ofrezca desde la lectura más ligera hasta textos que generen una reflexión más profunda.

Fomente la conversación al hacer preguntas abiertas que no tienen respuestas correctas ni incorrectas, sino que, por el contrario, invitan al pensamiento y al aprendizaje. Por ejemplo, ¿qué pensás sobre . . .?, ¿cuál es tu opinión sobre...?, ¿cuándo te diste cuenta de ...?

Fuente: Reading IS Fundamental INC